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Presentación

Va un año desde que decidimos publicar este boletín. Las razones para celebrar son varias. Nosotros queremos enfatizar el hecho de haber trabajado durante el 2013, a través de la primera y la segunda modalidad de formación en la experiencia, con el 49% de los estudiantes de la UARM. Y agradecer, al mismo tiempo, el esfuerzo conjunto logrado con los estudiantes, los directores de las diferentes EAP, los docentes universitarios y los representantes de las instituciones contrapartes. Junto con todos ellos hemos logrado que nuestros estudiantes vinculen los contenidos desarrollados en sus carreras con las necesidades más urgentes de las instituciones con las que trabajamos. La idea desde proyección social ha sido siempre contribuir en el proceso de aprendizaje de nuestros estudiantes y al mismo tiempo brindar un servicio a nuestra sociedad. En el siguiente boletín les contamos acerca de las actividades realizadas durante este verano en la Defensoría del Pueblo, el Santuario de Pachacamac, el Museo Arqueológico Rafael Larco Herrera y el Centro Cristo Rey de Tacna. De forma particular, y con mucha alegría, compartimos con ustedes la publicación de los “Cuadernos de Trabajo” y los “Cuadernos de campo”. Por último, y no por eso menos importante, les recomendamos las notas dedicadas al Centro Cristo Rey de Tacna, en especial el testimonio de nuestra compañera Ximena Solorzano que nos cuenta sobre la experiencia de trabajo en Tacna con el Servicio Jesuita al Migrante y la entrevista a Emilio Martínez sj, director del Centro Cristo Rey. Esperamos que un número cada vez mayor de nuestros estudiantes participe de los trabajos realizados en las fronteras de nuestro país.

Noticias!!!

Nuestra participación en la oficina responsable de registrar los conflictos sociales

Katherine Valdivia, Cristina Seminario, Gabriela Romaní y Estephany Bendezú (Derecho), María Luisa Matute (Ciencia política) e Inés Mestanza (Economía y gestión ambiental) realizaron su experiencia de proyección social en la Defensoría del Pueblo, trabajando en la oficina responsable del registro y el seguimiento de los conflictos sociales.

Almendra Quiñones, estudiante de Derecho, contribuyó en el trabajo de la Adjuntía de Asuntos Constitucionales de la DP durante este verano. Su trabajo estuvo orientado a organizar información sobre el derecho que los ciudadanos tienen para acceder a la información pública.

Alejandra Varillas (Turismo sostenible) y Merly Flores (Periodismo) contribuyeron con la implementación del plan formativo organizado por el Santuario de Pachacamac y dirigido a los niños del distrito de Lurín.

El 9 de febrero, Ximena Solorzano (Derecho), Marisol Vargas (Ciencia Política) y Aldo Ruiz (Periodismo) viajaron a la ciudad de Tacna para contribuir con el trabajo del Centro Cristo Rey. Fundada hace 28 años y dirigida por los jesuitas, esta organización tiene como función brindar protección a personas en situación de vulnerabilidad, principalmente niños y adolescentes en situación de riesgo o afrodescendientes colombianos que intentan ingresar a Chile, muchas veces sin conseguirlo.

Con la publicación de los “Cuadernos de campo” y los “Cuadernos de trabajo” logramos un proyecto acariciado desde hace mucho. Nuestro propósito es contribuir en la generación de conocimientos de la UARM incidiendo en la importancia de la investigación en la formación de nuestros estudiantes. En esta ocasión, el "Cuaderno de campo" fue elaborado por estudiantes del EAP Turismo sostenible, bajo la asesoría del docente Ricardo Bohl, mientras que el "Cuaderno de Trabajo" fue producto realizado por Yeni Minaya, Catherine Luján, Fiorella Belén Gómez de la Torre, Natalia Claro, María Elena Alvarado y Elena Vergara. 

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Testimonio

Ximena Solórzano

 

El día 9 de Marzo un grupo conformado por Marisol Vargas, Aldo Ruiz y yo realizamos un viaje a la ciudad de Tacna como parte de las actividades organizadas por Proyección social. Durante un mes estuvimos trabajando en el Centro Cristo Rey, poniendo al servicio de la institución lo que habíamos aprendido en la UARM a través de nuestras diferentes carreras. La experiencia fue enriquecedora en todos los aspectos. El trabajo en la oficina de Servicio Jesuita al Migrante en el que yo participé supuso: 1) la atención al público, brindando información jurídico-administrativa a los migrantes respecto a los trámites, los requisitos, los procesos y la ayuda social de emergencia para aquellos casos que por sus especiales características necesitaban de comida, hospedaje. 2) La realización de un diagnóstico en el que se comparara la ley migratoria peruana con otras de la región.Uno de los aspectos más enriquecedores dentro del servicio fue el trato directo con las personas, conocer de ellos mismos la situación en Colombia (la mayoría de migrantes en Tacna son Colombianos) producto de la violencia, entre otros factores que los impulsó salir de su país y buscar mejores oportunidades entre los vecinos países del sur, donde existen mejores oportunidades para refugiados y asilados, así como mejores estándares de calidad de vida. Los migrantes siempre han sido vistos como grupos vulnerables, puesto que difícilmente pueden acceder a servicios como salud, educación y desconocen el funcionamiento del sistema y la organización estatal, nuestra misión es también poder lograr que dejen de serlo. El trabajo en el Servicio Jesuita al Migrante representó siempre un reto. Ante cada situación debimos encontrar alternativas que pudieran servir de ayuda a las personas que acudían a nosotros antes de enfrentar el complejo sistema gubernamental de nuestro país. Sumado al trabajo en la Oficina, también tuvimos la oportunidad de hacer difusión sobre el trabajo que realiza el Centro Cristo Rey en otras áreas como Programa de Educación Integral (PDEI) que trabaja haciendo reforzamiento académico para los niños de los niveles de primaria y secundaria, conocimos su labor y la importancia del mismo en la formación de la niñez. Una experiencia muy importante fue la convivencia en la Casa de Acogida del Centro Cristo Rey. Allí convivimos con voluntarios de España, Estados Unidos y Colombia. Aprendimos de sus costumbres y compartimos las nuestras, en ese sentido considero que aprendí a ser más tolerante porque parte de la convivencia es aceptar las diferencias y los hábitos para tener una relación más armoniosa. La relación con ellos ayudó mucho a conocer otro lado del contexto de la ciudad de Tacna y el trabajo que realiza el centro.La experiencia que obtuve de este viaje me ayudó a entender mucho otros aspectos de la ciudad donde nací, a poder verla desde otra perspectiva y entender que aún falta mucho por hacer.

 

Ximena Solórzano

Pueblo Libre

El rincón de Horacio

Emilio Martínez, sacerdote jesuita español, es el nuevo responsable de Encuentros - Servicio Jesuita para la Solidaridad. En la siguiente entrevista nos habla acerca del Centro Cristo Rey de Tacna, las poblaciones vulnerables que se intenta atender desde él y las posibilidades de seguir trabajando de manera conjunta. A propósito de la experiencia realizada en Tacna por tres estudiantes universitarios, Emilio afirma: <<A los estudiantes una experiencia como esta les sirve de mucho para conocer realidades a las que no necesariamente están acostumbrados. Ya sea para conocer las realidades sociales tanto de los niños como de los migrantes>>. 

Moncho Herrera (MH): Emilio, cuéntanos un poco acerca del Centro Cristo Rey de Tacna

 

Emilio Martínez (EM): El Centro Cristo Rey tiene 28 años de historia. Fue creado por un voluntario de EEUU que trabajó en el colegio Cristo Rey. Se inició en principio para atender a niños trabajadores. A lo largo de su historia ha ido evolucionando como todo centro social según las necesidades que se presentaban. En los últimos diez años se centró en las necesidades educativas de los niños, tomando en cuenta que una de las necesidades más fuertes en Tacna son los menores en abandono. Pero como recientemente se ha buscado hacer un centro social de atención múltiple que pudiese ver distintos tipo de población vulnerable, no solo se está atendiendo a niños y adolescentes en situación de riesgo y abandono, sino además a migrantes. Al ser Tacna una ciudad de frontera parecía evidente que había que tener una atención a los migrantes en tránsito. En principio pensamos que nuestros beneficiarios iban a hacer bolivianos, peruanos, chilenos los que se mueven dentro de esta frontera. La sorpresa fue hace dos años al comprobar que la mayor parte de los que vinieron eran colombianos, afrocolombianos, provenientes del sur, del valle de Cauca y que iban hacia Chile intentado ingresar a este país y que al ser rebotados en la frontera necesitaban nuestra atención.

 

 

MH: Y con relación a estas poblaciones, ¿cuáles son los programas que les ofertan?

 

EM: En este momento nos encontramos a la nueva versión de Encuentros Servicios Jesuitas de la Solidaridad. SE trata de homologar los programas sociales y tenerlos bajo una misma coordinación social. Desde esa perspectiva ofrecemos las siguientes ofertas: a) Desarrollo educativo integral que son programas desescolarizados, b) La escuela básica alternativa, c) Participación juvenil y d) acceso a la justicia.

MH: ¿Brindando asistencia técnica, brindando asesoría para ver lo que pueden hacer?

 

EM: Ahí tenemos tres líneas de atención: a) Todo el tema social, jurídico y acompañamiento familiar, b) Hay todo una rama de incidencia y ahí está la participación en redes, alianzas, tales como el movimiento Cartagena + 30, c) Investigación. Participando de trabajos de investigación, beneficiándonos de la investigación de otros y suministrando y colaborando con datos con los que trabajamos.

 

MH: Y de cuánta gente estamos hablando entre los beneficiarios?

 

EM: Con relación a los migrantes el año 2013 atendimos 288 casos. Sin embargo, aquí vamos por oleadas. La semana pasada se han atendido alrededor de 100 casos, por lo que este año con seguridad superaremos los 288 caso del 2013. Un porcentaje grande, el 80% de entre ellos, son colombianos, particularmente afrodescendientes.

 

MH: ¿Y qué están buscando?

 

EM: Su objetivo principal es ingresar a Chile.

 

MH: ¿Y por qué no logran hacerlo?

 

EM: Principalmente porque es una frontera restrictiva. Piden requisitos que ellos no necesariamente cumplen. El funcionario de Chile tiene absoluta discrecionalidad. Dicho técnicamente, no hay seguridad jurídica. No hay claridad en el criterio para el ingreso.

 

MH: ¿Cuál es la situación de estos afrodescendientes colombianos que no ha logrado ingresar? ¿en qué situación quedan?

 

EM: Al primer rechazo comienzan los problemas. Hay una amplia oferta de pasos ilegales, de tráficos de personas. Algunos se ajustan a los términos establecidos por estas mafias, otros lo vuelven a intentar y otros pocos deciden quedarse en Tacna. Como ves, en el momento que son rechazados se abre un abanico de posibilidades.

 

MH: Y en relación a los niños, ¿a cuántos atienden?

 

EM: Alrededor de 500. Los programas los implementamos durante todo el año y está dirigido a los niños y los jóvenes. Este año estamos lanzando el tema de la participación y está orientado a adolescentes y jóvenes.

 

MH: Este año, durante el verano, tres estudiantes de la UARM fueron a Tacna a realizar un trabajo en el Centro Cristo Rey, ¿qué te pareció la experiencia, cómo la evalúas como posibilidad de trabajo conjunto?

 

EM: Institucionalmente hablando un trabajo como este fortalece a ambas partes. A los estudiantes una experiencia como esta les sirve de mucho para conocer realidades a las que no necesariamente están acostumbrados. Ya sea para conocer las realidades sociales tanto de los niños como de los migrantes. Tomando en cuenta lo anterior y el trabajo realizado por Ximena, Marisol y Aldo –trabajo que por cierto valoramos significativamente- los estudiantes tienen la oportunidad de valorar sus carreras desde la utilidad social que estas tengan.

Ediciones anteriores de nuestro boletín:

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